La mayoría de los efectos secundarios de los tratamientos contra el cáncer en relación con la alimentación desaparecen cuando termina el tratamiento. En ocasiones los efectos secundarios, tales como pérdida del apetito, resequedad en la boca, cambio en el sentido del gusto u olfato, dificultades de deglución (tragar) o cambios en el peso, pueden continuar por algún tiempo. Si esto le ocurre a usted, hable con su médico y juntos diseñen un plan para atender el problema.
A medida que usted se vaya sintiendo mejor, le podran surgir preguntas acerca de cómo llevar una dieta más saludable. De la misma forma en que usted deseaba comenzar su tratamiento con las óptimas reservas de nutrientes provistas por su alimentación, también querrá hacer lo que sea mejor para usted en este momento tan importante. No obstante, una buena alimentación le ayudará a recuperar su fuerza, reparar tejidos y contribuirá a que se sienta mejor.
Consejos prácticos para una alimentación saludable después del cáncer
Si tiene sobrepeso, considere perder peso al limitar la cantidad de calorías y aumentar su nivel de actividad. Escoja actividades que le agraden. Asegúrese de consultar con su médico antes de comenzar cualquier plan de ejercicios.
Fuente: Sociedad Americana Contra el Cáncer
Creado: 2019-02-05 09:22:34
Última vez actualizado:
2019-06-28 12:04:00